- Por Aisha Stacey (© 2013 IslamReligion.com)
Descripción: El significado del viernes en la vida del creyente.
El viernes es un día muy importante para los musulmanes. Es más importante y beneficioso que cualquier otro día de la semana. Es el día en que los musulmanes se reúnen para rezar en congregación. Justo antes de la oración, escuchan un sermón elaborado para brindarles un conocimiento valioso sobre Dios y la religión del Islam. Es un día bendito que ha sido designado como tal por Dios Todopoderoso. Ningún otro día de la semana comparte sus virtudes.
La vida entera de un creyente es una de adoración; incluso las celebraciones se llevan a cabo como adoración. Si bien no hay un lugar o momento especial para adorar a Dios, hay momentos, días u horas que Dios ha hecho superiores; el viernes es uno de esos momentos.
De las tradiciones del Profeta Muhammad, que Dios lo bendiga, aprendemos que “el mejor día ante los ojos de Dios es el viernes, el día de la congregación”[1]. Las oraciones congregacionales (obligatorias para los hombres) son uno de los deberes más fuertemente enfatizados en el Islam. Es un momento en el que los musulmanes se reúnen para adorar a Dios y encontrar fortaleza y consuelo de pie, hombro a hombro; reafirmando su fe y devoción por Él.
“¡Creyentes! Cuando sea realizado el llamado a la oración del día viernes, acudan al recuerdo de Dios y abandonen el comercio, es lo mejor para ustedes. ¡Si supieran!” (Corán 62:9)
En muchos países de mayoría musulmana, el viernes es día de descanso semanal, a veces combinado con el jueves o el sábado. Sin embargo, no hay cierre obligatorio de los negocios excepto durante el tiempo de la oración congregacional. En los países occidentales, muchos musulmanes utilizan el horario del almuerzo para realizar la oración la oración, que es por lo general a comienzos de la tarde.
El Profeta Muhammad les dijo a sus seguidores que “las cinco oraciones diarias, y la oración del viernes hasta la siguiente, sirven como expiación por cualquier pecado que se haya cometido entre ellas, a condición de que uno no haya cometido ningún pecado mayor”[2].
Es importante que un musulmán no descuide la oración del viernes, sea por trabajo, estudio o cualquier otro asunto mundano. Los creyentes deben hacer prioritaria la asistencia a esta oración, ya que ignorarla tres veces consecutivas sin causa justificada hará que el creyente se aleje del camino recto.
Si bien solo los hombres están obligados a asistir a la oración congregacional de los viernes, hay muchos actos recomendados que pueden ser realizados por hombres, mujeres o niños durante este día. Estos actos incluyen tomar un baño y vestir ropas limpias, decir numerosas súplicas a Dios, pedir bendiciones por el Profeta Muhammad, y leer el capítulo 18 del Corán, titulado La Cueva.
El Profeta Muhammad, que Dios lo bendiga, dijo: “No hay día más virtuoso que el viernes. En él hay una hora en la que no hay nadie que le ore a Dios sin que Dios escuche sus oraciones”[3].
“El viernes consiste de doce horas, una de las cuales es la hora en la que las súplicas son concedidas a los creyentes. Hay que buscar esta hora durante la última hora después del Aser (la tercera oración del día)”[4].
“A todo aquel que recite La Cueva el día viernes, Dios le dará luz hasta el viernes siguiente”[5].
“El mejor día en que se levanta el sol es el viernes. Es el día en que fue creado Adán. Es el día en que Adán entró a los jardines del Paraíso, el día en que fue expulsado de allí, y también el día en que murió. Viernes es el día en el que tendrá lugar el Día de la Resurrección”[6].
El viernes también es el día en el que fueron revelados unos de los más grandes versículos del Corán.
“Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes, y he dispuesto que el Islam sea su religión”. (Corán 5:3)
Una historia de vida del segundo califa, Omar, ilustra el significado del viernes. Un sabio de entre los judíos le dijo a Omar Ibn Al Jattab: “En el Corán tu gente lee un determinado versículo; si ese versículo nos hubiera sido revelado a nosotros, habríamos celebrado ese día cada año”. Omar le preguntó: “¿Qué versículo es ese?” El hombre le respondió: “Hoy les he perfeccionado su forma de adoración”. Omar le dijo entonces: “Déjame recordarte el día y el lugar donde fue revelado este versículo. Ya era una celebración doble para nosotros. Primero, era viernes, día de Id (celebración) para todos los musulmanes; y segundo, era el día de Arafat, el día más importante del Hayy (peregrinación)”. Omar afirmó también que este versículo fue revelado después del Aser (oración de la tarde) mientras el Profeta Muhammad estaba sentado en su camello.
El viernes es un día especial. La oración colectiva realizada en este día tiene un significado especial en la vida del musulmán. Esto ha sido bien conocido y discutido por los eruditos islámicos del pasado y del presente. El erudito islámico del siglo XIII, Ibn Taimiah, dijo: “El día más excelente de la semana es el viernes, según el consenso de los eruditos”[7]; y su estudiante, Ibnul Qaiem, mencionó 32 características especiales del viernes en su libro Zad Al- Ma’ad. El Profeta Muhammad dijo: “En verdad, este es el día de Id (día de celebración) que Dios ha prescrito para los musulmanes”[8]. Los creyentes harían bien en aprovechar las bendiciones que Dios envía a Sus siervos el viernes. Este es un día de congregación, de celebración, de contemplación y súplica.