Descripción: Los musulmanes quieren compartir su perspectiva de la vida con todos aquellos que encuentran a su paso. Quieren que los demás se sientan tan ligeros en su corazón como ellos, y este es el por qué.
Por Aisha Stacey (© 2017 IslamReligion.com)
Si descubrieras algo tan maravilloso que sintieras que saltas de la emoción, ¿qué es lo primero que querrías hacer? Si resolvieras un rompecabezas y conocieras a otros que estuvieran tratando de lograrlo también, ¿cómo te sentirías y cómo reaccionarías? Si descubrieras el significado de la vida o los secretos del universo, ¿qué harías con ese conocimiento? Si hallaras una forma de desterrar el miedo y la tristeza, y de remplazarlos con felicidad eterna, ¿qué harías?
La mayoría de la gente no sería capaz de contener su emoción y querría contarles a tantas personas como les fuera posible. Querrían decirle a todo el mundo acerca de lo que han descubierto, con la esperanza de que los demás se emocionaran tanto como ellos. Y esa es la respuesta breve y concisa de por qué los musulmanes invitan a los demás al Islam. Porque están convencidos, sin sombra de duda, de que el Islam es el sentido de la vida, el secreto del universo y la llave a la felicidad eterna, enrollados en un paquete alcanzable y comprensible, y quieren que toda persona en el planeta lo sepa.
Pero hay una respuesta larga, que implica obedecer los mandamientos de Dios, seguir los pasos de los profetas, y reunir recompensas con la esperanza de alcanzar la paz y la felicidad eternas en el Más Allá.
El Islam es lo que a veces se denomina una religión proselitista. Eso significa que es una religión que trata de convencer a la gente de que su sistema de creencias es el correcto. El Islam es una religión que no solo contiene todas las respuestas a las grandes preguntas de la vida, sino que también es amplia e incluyente al no poner restricciones sobre quién puede hacerse musulmán. El Islam es una religión para todo lugar, toda época y toda la gente. A nadie se le puede impedir que aprenda la verdad, sin importar cuál sea su origen religioso, su étnica o su nacionalidad.
Una vez que un individuo se hace musulmán, es totalmente igual a cualquier otro musulmán, sin importar de dónde sean, cómo se vean o cuál era el estado de sus vidas o de sus corazones antes de abrazar el Islam. La verdad sobre Dios y Su propósito para nosotros, Su creación, es algo a lo que toda persona debe tener acceso. Así que, a aquellos de nosotros que lo sabemos, Dios nos ordena que se lo digamos a los demás.
“Que siempre haya entre ustedes un grupo que invite al bien, ordenando lo bueno y prohibiendo lo malo. Esos serán los bienaventurados”. (Corán 3:104)
“Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Argumenta de la mejor manera…”. (Corán 16:125)
La mayoría de la gente quiere divulgar las noticias emocionantes sobre el Islam y cumplir al mismo tiempo con los mandamientos de Dios. Los eruditos del Islam concuerdan en que invitar a otros al camino de Dios es una obligación comunitaria, es decir, que cada creyente debe emprender esta gran obra, pero si en un lugar en particular hay suficiente cantidad de personas haciéndolo, los demás quedan libres de dicha obligación.
Este trabajo es denominado dawa, y la persona que se dedica a él se llama dai. Sin embargo, sería erróneo asumir que solo gente especializada puede hacer dawa. Por supuesto, predicar a una gran multitud requiere entrenamiento, pero la realidad es que todo musulmán practicante hace alguna forma de dawa todos los días. Su forma de vivir y de tratar a los demás es a menudo la mejor forma de dawa. El Islam es una forma de vida, y cuando la gente ve la alegría, la modestia y la justicia embebidas en la vida cotidiana del musulmán, eso le resulta muy atractivo. Ser un buen ejemplo es una forma sencilla de invitar a la gente hacia el Islam. Una religión de misericordia y perdón, donde la gente se comporta de esa manera todos los días, es atractiva para aquellos cuyas vidas no están tan fundamentadas.
Otra de las razones por las que a la gente le gusta invitar a otros al camino del Islam, es que desean seguir los pasos de los profetas de Dios. La misión de ellos fue invitar a la gente a salir de la oscuridad hacia la luz. Ellos trataron de llevar a la gente de la incredulidad a la creencia en la unidad y unicidad de Dios. El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), el último en una larga línea de profetas, fue enviado a la humanidad por Dios para decirle, entre otras cosas, acerca de las inmensas recompensas en el Más Allá para aquellos que creen en Un Dios y lo adoran solo a Él de manera correcta.
“No te envié [¡oh, Muhammad!] sino como anunciador de buenas nuevas y amonestador para todos los seres humanos. Pero la mayoría de la gente lo ignora”. (Corán 34:28)
“¡Oh, Profeta! Te he enviado como testigo, albriciador, amonestador, para que invites [a creer en] Dios con Su anuencia; eres una antorcha luminosa”. (Corán 33:45-47)
Otra razón para hacer dawa es que es una fuente de bondad y recompensa ilimitadas. Cuando una persona abraza el Islam debido a la influencia de otra persona, el que invita al Islam recibe recompensas cada vez que la persona adora a Dios. El Profeta Muhammad dijo: “Quien invite a la guía recibirá una recompensa similar a la de aquellos que lo sigan, sin que la recompensa de ninguno de ellos se reduzca en lo absoluto”[1]. Y también dijo: “Si Dios guía a una persona a través tuyo, eso será mejor para ti que poseer camellos rojos”[2]. En la época del Profeta Muhammad, los camellos eran muy valiosos, y los camellos rojos eran los más valiosos de todos.
Los musulmanes creen que la única forma de tener éxito en esta vida y en la próxima es vivir la religión que es el Islam. Ellos creen que todas las grandes preguntas de la vida, las que te mantienen despierto en las noches y que te hacen soñar de día con una eternidad de iluminación, pueden ser respondidas por el Islam. La sinceridad es un concepto importante en el Islam; quienes son deshonestos saben que sus recompensas disminuirán rápidamente. Aquellos creyentes que quieren sinceramente divulgar las buenas nuevas del Islam, pueden ver sus recompensas multiplicadas incluso si sus esfuerzos no tienen éxito. Los musulmanes quieren sinceramente que todos en este planeta conozcan y amen a Dios en la forma en que ellos conocen y aman a Dios. Y es por eso que los musulmanes invitan a los demás al Islam.
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[1]Sahih Muslim.
[2]Sahih Bujari y Sahih Muslim.