Por (siraj-islam.com)
Jamás imaginé ser musulmán y terminé siendo musulmán, tampoco pensé que escribiría una introducción al Islam pero aquí estoy haciéndola. En realidad, estoy escribiendo esta definición para mí mismo, a modo de recordatorio y para renovar mi fe, recordando esa sensación de escalofríos que pasó por mi corazón cuando la verdad de los hechos me sorprendió, la verdad del Islam. Esta gran religión que hace que el ser humano renazca y entre en el paraíso.
Ídolos: La ciencia y las pasiones (¿Acaso no reparas en aquel que sigue sus pasiones) [Sura Al-Yāziyah, 23]
Mi formación epistemológica era muy profunda y se basaba en gran medida en la ciencia; y la filosofía y lógica, construida desde la cultura griega hasta tiempos de la Ilustración y más allá. Es un viaje que comienza con Platón, pasa por Descartes y Nietzsche, luego Darwin con Freud y Niels Bohr y no se detiene en Michel Foucault y Wittgenstein, es un viaje que ha incluido la literatura y el teatro, la risa con los chistes de Voltaire, la imaginación de los fantasmas de Shakespeare y el buceo con el análisis de Dostoievski con su personaje Raskolnikov. En cuanto a las religiones, han absorbido los mandamientos del Antiguo Testamento (AT) y los sermones del Nuevo Testamento (NT), sin olvidar las religiones egipcias o fenicias.
A pesar de mi obsesión por el conocimiento, también he vivido una vida llena de experiencias.
Estuve con mujeres, disfruté con mucho dinero, me encantaban los niños cuando eran pequeños antes que dejara a sus madres, también pude viajar a países algo exclusivos creyendo que el turismo podría arreglar mi estado de ánimo que se había corrompido y perdido el sentido de todas las cosas. Nada de esto funcionó y cuando me di cuenta estaba inmerso en el alcohol y las drogas, perdiendo la conciencia para vivir unos minutos en la ilusión antes de despertar a la realidad deprimente en la que vivía, pero incluso eso ya no funcionaba.
La humildad y el quebrantamiento de los ídolos: El sometimiento a Dios (el día en que de nada servirán las riquezas ni los hijos (88) y solo estará a salvo quien tenga el corazón puro (89)) [Sura Al-Shu’araa, 89].
Buscaba ser la mejor versión de mí mismo, lograr que mi persona sea un alto modelo moral, pero me convertí en un ser deforme y aterrador; y más tarde me di cuenta del por qué: “Fui arrogante, me consideraba un dios” (porque sus corazones están colmados de soberbia, y sabe que no lograrán sus propósitos [de vencerte, ¡oh, Mujámmad!]) [Sura Ghafir, 56]. No viví con humildad no fui honesto conmigo mismo, vivía con una personalidad falsa que se creía fuerte por el conocimiento y el dinero que tenía, (No obstante, el ser humano se excede, cuando se cree autosuficiente (Sura Al-Alaq 6,7) No era capaz de ver mi debilidad aun cuando era clara y evidente. (ya que el ser humano fue creado con una naturaleza débil.) (Sura Al-Nisaa – 28) ¡Qué ciego fui! Que el hombre se considere un dios significa que ve a las personas que lo rodean como sus esclavos, por lo que los controla para lograr las cosas que le faltan. “Si tienes otro dios que no sea yo, haré que te encarcelen”. (Sura Al-Shu’araa – 29) y en la medida en que se convierte en un ser deforme que sufre un gran dolor dentro de él y pierde el sentido de la vida en su conjunto. (Pero quien se aleje de Mi recuerdo [Mi religión] llevará una vida de tribulación, y el Día del Juicio lo resucitaré ciego.) [Sura Taa, Haa, 124].
Comprendí que lo más grande que hace una persona al principio en busca de una vida en la que su corazón sea feliz es ser honesto y humilde, reflexionar en soledad guiado por su honestidad ( No será considerado un pecado si lo hubieran hecho por error) [Al-Ahzab, 5], esa honestidad, humildad y búsqueda de la verdad es lo que más tarde supe que era el comienzo del “Islam”, que es “someterse a Dios”; y cuando reflexiones de manera honesta y no sepas qué hacer, la verdad vendrá a ti por sí sola, (Que Dios recompense la verdad por su honestidad) [Al-Ahzab, 24], Dios vendrá a ti para encontrarte, hacerte feliz y abrirte la puerta para que entres en esa buena vida llena de sosiego. (Quien crea en Dios, Él guiará su corazón [y comprenderá que todo es parte del gran designio de Dios]) [Sura At-Taghaabun, 11].
Entonces, ¿cómo me recibió Dios Todopoderoso? (Dios quiere aclararles la ley, mostrarles el camino correcto de quienes los precedieron, y perdonarlos. Dios todo lo sabe, es Sabio) [Sura Al-Nisaa, 26]
La guía tras la humildad y la honestidad: (Si Dios encuentra en sus corazones algo de bien, les concederá algo mejor que los bienes.) [Sura Al-Anfaal, 70].
Fui a un pequeño lago lejos del ruido de la gente, observaba sus peces mientras estaba allí solo, (Diles [¡oh, Mujámmad!]: “Los exhorto a que hagan una cosa [para que se les evidencie la verdad]: Pónganse ante Dios en grupo o individualmente, y reflexionen) [Sura Saba, 46], corregí mis sentimientos y me concentre en una sola cosa: ¡Oh, verdad, ven a mí!
No quiero contarles cómo terminé meditando en El Corán traído por Muhammad, صلى الله عليه وسلم, es una historia parecida a lo que le sucedió al Dr. Lawrence Brown con su hija, quien se convirtió en musulmán por medio de ella.
La historia es solo una manifestación, porque la verdadera razón fue mi reflexión sincera conmigo mismo, fue lo que guió a esta religión islámica para que yo pueda verla y discutirla en términos de consistencia lógica y científica, y lo que era más importante para mí en términos de cómo construir un modelo moral trascendente en el hombre y qué tan exitoso podría ser.
Abrí el Sagrado Corán y empecé a leerlo; y descubrí que me hablaba y describía mi interior más profundo, el mismo al que temía enfrentarme. El Sagrado Corán me mostró el verdadero sentido de la vida, que es someterse a Dios, amarle, acercarse a Él y vivir con Él, me hizo ver las cosas anteriores (conocimiento, dinero, mujeres, hijos) a través de mi relación con Dios, el Todopoderoso, a través del “sentido” de la vida.
4-Este es el Islam: La persona exitosa está con Dios (Quienes digan: “¡Nuestro Señor es Dios!”, y luego obren correctamente, no tienen de qué sentir temor ni estar tristes [en el Día del Juicio Final]) [Al-Ahqaf, 13].
Me fascinaba el texto coránico, pero no quería una narración teórica idealizada en la mente, esta vez mi búsqueda estaba enfocada en el impacto de este “Islam” en los corazones de quienes vivían de acuerdo con él, ¿se convirtieron realmente en el alto modelo moral? Me asombraban las escenas que veía y que me respondían a esta pregunta.
Me fascinó la escena de la entrada de Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en La Meca, la gente que había luchado contra él durante muchos años y estaba deseosa de matarlo y hacerle daño de todas las formas posibles, después de derrotarlos, los perdonó e incluso los honró, diciéndoles: “¡Quien entre en su casa estará a salvo!”.
¡Es una escena sin igual para cualquiera que conozca la historia! Este gran perdón solo puede venir de una persona verdaderamente grande (Y te preguntan qué dar en caridad. Diles: “Lo que puedan permitirse”) [Al-Baqarah, 219]. Esto es el Islam: bondad con perdón.
Y esto no solo era en el gran Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), sino en sus discípulos y en su nación después de él. Contemplé a sus sucesores que vinieron después de él. A Abu Bakr al-Siddiq, el mayor compañero del Profeta, quien vino con toda su riqueza para servir a los ideales del Islam, y no dejó ni un dinar para sí mismo ni para su familia, sino que primero se aseguró de saciar el hambre de los pobres, ayudar a la viuda, comprar esclavos para liberarlos, e incluso ordenar que no se corte ningún árbol ni se asuste a ningún animal en el camino y cuando estaba a punto de morir, ordenó que su sudario fuera un trozo de tela vieja, diciendo: “¡Los vivos necesitan más lo nuevo que los muertos!” (los prefieren a sí mismos, aunque estén en extrema necesidad.) [Al-Hashr, 9]. Esto es el Islam: Bondad con altruismo.
Qué otra escena maravillosa, ¿dónde están los reyes de la tierra que solo querían que sus tumbas fueran grandes monumentos, enterrados en plata y oro? Abu Bakr, gobernador de las tierras desde las fronteras de Irak hasta el Levante, murió sin dejar un solo dinar a sus herederos, según su hija Aisha, la esposa del Profeta (la paz y las bendiciones de Alá sean con él).
Para Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y sus grandes seguidores, decir “SubhanAllah”, “Alhamdulillah”, “La ilaha illallah” y “Allahu Akbar” era más querido y valioso para ellos que el mundo y lo que contiene. Vivían la vida con Dios, lo amaban y buscaban complacerle siendo benevolentes con los humanos, los animales e incluso los objetos inanimados.
Umar Ibn Al-Jattab, el segundo gran compañero del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Allah sean con él, en una vida llena de escenas maravillosas, le robó a mi corazón el valor de la justicia que le distinguía, apenas puedo contenerme al leer sobre él, quien en una de sus patrullas oyó el llanto de unos muchachos por hambre, mientras su madre los distraía con una olla vacía hasta que se durmieron, entonces él se apresuró a traerles lo que saciaría su hambre, trajo la masa y lo que había que cocinar, y él mismo procedió al amasado y a la cocción, diciéndole a su compañero Ali Ibn Abi Talib: “Dios me preguntará por ellos el Día de la Resurrección”.
¡Dónde en la historia de las naciones, una persona con el estatus de un emperador amasa pan para los niños hambrientos en la oscuridad de la noche para que sus ciudadanos no sepan nada de él! Pero es el amor de Dios y lo que hace en el corazón de estos grandes y poderosos, ven a la creación a través del amor a Dios y se comprometen con el deber de la caridad hacia ellos con humildad y tolerancia (y no andes por la Tierra como un arrogante. Dios no ama a los presumidos ni a los engreídos.) [Luqman, 18]. Esto es el Islam: Bondad con humildad, sin arrogancia ni injusticia.
Medina sufría en el año de la sequía, no había productos para comprar ni vender y Abdurrahman Ibn Auf, uno de los compañeros y discípulos de Muhammad (la paz y las bendiciones de Alá sean con él), entra en la ciudad con grandes caravanas. Era un rico mercader, así que los mercaderes se abalanzan sobre él para comprarle mercancías a mayor precio, pero él se niega diciéndoles que alguien le ha dado más que ellos, a lo que responden: ¿quién? Él contesta: Dios, porque Dios dice en el Corán: “Quienes realicen una buena obra serán recompensados como si hubieran hecho diez obras buenas.” [Al-An’am, 160], y entonces reparte las caravanas gratuitamente entre las casas de Medina.
¿Has visto alguna vez a alguien que ofrezca gratuitamente sus riquezas a la gente aunque pueda obtener grandes ganancias? Haciendo su trato con Dios el Señor de los Mundos, otra escena que la historia registra como única y rara, ¡sin parangón en las naciones! Esto es el Islam: Bondad con misericordia hacia la gente.
Me pregunté por el estatus de la mujer en el Islam y me enteré del estatus de la madre en el Islam, tan grande que ni siquiera se le acerca el del padre. Me maravilló la historia del hombre que preguntó a Omar Ibn Al-Jattab, que había peregrinado con su madre a cuestas, si había cumplido con el derecho de su madre. Omar le dijo: “Ni una parte del sufrimiento del parto”. Esta gente entendía que la complacencia de y el amor de la madre estaba directamente relacionada con la complacencia y el amor de Dios (Tu Señor ha ordenado que no adoren sino a Él y que honren a sus padres.) [Al-Israa, 23].
El Islam hace que el único criterio de distinción sea la piedad de Dios. Las personas son iguales como los dientes de un mismo peine. No hay diferencia entre árabe y no árabe, mujer u hombre, blanco o negro, salvo por la piedad (y los congregué en pueblos y tribus para que se reconozcan los unos a los otros. El mejor de ustedes ante Dios es el de más piedad) [Al-Hujurat, 13].
Estas grandes escenas, que no se encuentran en otras naciones, no solo son raras, sino que se repiten en gran cantidad entre los miembros de la Nación de Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), ya que esta bondad moral no se encuentra en otra nación más que la nación de Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), lograron establecer los mayores ejemplos de perfección humana. ([¡Musulmanes!] Son la mejor nación que haya surgido de la humanidad porque ordenan el bien, prohíben el mal) [Al Imran, 110].
La clave de esta gran transformación en el ser humano está en someterse únicamente a Dios (Arrepiéntanse ante su Señor y sométanse a Él como musulmanes) [Sura Az-Zumar, 54], El hombre no es un dios para sí mismo, sino que no hay nada ni nadie digno de ser adorado excepto Allah. Esta entrega es el amor de Dios con compromiso a sus órdenes, la verdad de este Islam es la bondad, donde uno hace el bien para sí mismo y para la creación, es bueno para sí mismo convertirse en un hombre sabio, virtuoso, educado y hermoso, que vive su vida en Dios , invocando al ser humano que no pasa y no está ausente, y haciendo el bien a la creación teniendo misericordia y perdón hacia ellos, honrándolos y ayudándolos a ser justos y piadosos, para que todos los seres humanos sean buenos entre sí, para que entren en el gran paraíso de Dios, en el que finalmente se encuentra la verdadera bondad y su perfección, que es vivir con Dios en verdad junto a Él, viéndolo y escuchando Sus palabras y gozo con Él (Ese día, habrá rostros resplandecientes [de felicidad] ) [Sura Al-Qiyaama, 22-23].
5- Testamento y consejos: (¿Qué es más razonable? ¿Creer en muchos ídolos o creer en Alá, el Único, el Victorioso?) [Sura Yusef, 39]
Escúchame, ¡oh persona virtuosa!, conocer el Islam, comienza con una sesión honesta con el alma, en la que el hombre busca la verdad con humildad e imparcialmente sin ningún trasfondo previo, renegando de los falsos dioses de la pasión, luego abre el Corán y lee, y se dirige a Dios para ser guiado y darle luz para que pueda ver. Aquí su historia comenzará con Allah, por lo que vivirá el verdadero sentido de la vida, y encontrará la evidencia cierta de sus experiencias con Allah, cuando sepa que realmente está tratando con Él, y las ideas, filosofías y ciencias se convertirán en lo que a él respecta en una evidencia de menor importancia, ya que la experiencia es más fuerte que cualquier evidencia teórica.
Así comenzó mi experiencia con el Islam, el sentido de la vida viviendo con Allah, el sentido de la vida por Allah.
Ash-hadu an la ilaha il-la l-Lah wa ash-hadu ‘anna Muhammadan rasulu l-Lah.
Lo que significa: “atestiguo que no hay nada ni nadie digno de ser adorado excepto Allah y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah.