¿EN NOMBRE DE QUÉ? – EL PROBLEMA CON LA “NACIÓN DEL ISLAM” (PARTE 1 DE 2)

  • Por Por Michael Young
  • Descripción: El fallo de una corte británica a favor de anular la prohibición de quince años de ingresar al país impuesta sobre su líder Louis Farrakhan, ha impulsado la aparición en los titulares de la supuesta “Nación del Islam”. Michael Young examina las credenciales islámicas de estos autodenominados “musulmanes”.

  • Los fundamentos de la fe islámica

    Whats_in_a_name_-_The_Problem_with_the_Nation_of_Islam_(part_1_of_2)_001.jpgUno podría ser perdonado por suponer que cualquier grupo que se autodefina con la palabra “Islam” ha de ser musulmán. Pero cuando proviene de un grupo que se llama “La Nación del Islam”, uno ciertamente debe ser cauteloso. Ser musulmán significa sostener ciertas creencias fundamentales acerca de Dios. La profesión de fe del musulmán dice:

    “Atestiguo que no hay más divinidad que Dios, y que Muhammad es el Profeta de Dios”.

    Para detallar un poco más estas afirmaciones, ser musulmán significa creer en la unidad absoluta de Dios, que no tiene compañeros, asociados, hijos, y que jamás llegó a encarnarse. Como el capítulo 112 del Corán lo aclara:

    “Di [¡oh, Muhammad!]: Él es Dios, la única divinidad. Dios es el Absoluto [de Quien todos necesitan, y Él no necesita de nadie]. No engendró ni fue engendrado. No hay nada ni nadie que se asemeje a Él”.

    En el Islam, atribuirle a Dios socios o copartícipes de Su divinidad es uno de los más grandes pecados. El Corán afirma esto explícitamente, como en el verso 36 del capítulo 4:

    “Adorad a Dios y no Le asociéis nada”.

    En segundo lugar, los musulmanes creen que Muhammad es el sello de la Profecía, o el último de los Profetas. Reconocer a cualquier ser humano como profeta luego de la venida de Muhammad es negar el Islam, como lo afirma el Sagrado Corán:

    “Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino el Mensajero de Dios y el sello de los Profetas; y Dios es Omnisciente”. (Corán 33:40)

    Esto está reforzado por varios reportes provenientes del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él), quien dijo:

    “El Pueblo de Israel fue guiado por Profetas. Cuando un Profeta se iba, otro lo sucedía. Pero ningún Profeta vendrá después de mí; sólo habrá Califas que vendrán después de mí”. (Compilación de Sahih Al Bujari)

    “En mi comunidad nacerán treinta grandes mentirosos, cada uno de los cuales declarará ser un Profeta, pero yo soy el último de los Profetas; no habrá otro Profeta después de mí”. (Compilación de Abu Dawud y At-Tirmidhi)

    La teología errante de la “Nación del Islam”

    La “Nación del Islam” no se adhiere a estos pilares fundamentales de la teología islámica. Ellos creen que Dios apareció sobre la Tierra en la persona de su fundador, un “gran hombre del Este”, Maestro W. Fard Muhammad, un predicador que llamó la atención pública en los Estados Unidos el 4 de julio de 1930, y luego misteriosamente “desapareció de la escena” el 26 de febrero de 1934. Como el sitio web de “Nación del Islam” dice sin ambigüedades:

    “Creemos que Allah (Dios) se apareció en la persona del Maestro W. Fard Muhammad, en julio de 1930; el tan esperado Mesías de los cristianos y el Mahdi de los musulmanes”.

    En 1934, luego de la inexplicada desaparición del “Maestro”, la organización que él fundó fue encabezada por Elijah Poole, quien se hizo conocido como el Honorable Elijah Muhammad. Hasta hace muy poco, la “Nación del Islam” le otorgó el estatus de “profeta” de Elijah Muhammad.

    Por lo tanto, se hace evidente que a pesar de su nombre y de que se llaman a sí mismos “Nación del Islam”, sus creencias acerca de Dios y de la profecía son claramente incompatibles con el Islam.

    Louis Farrakhan, actual líder de la “Nación del Islam”, finalmente fue autorizado para ingresar a Inglaterra después de que una corte ordenara levantar la expulsión dictada por el gobierno hace 15 años.

    El “Honorable” Elijah Muhammad, el profeta de “Nación del Islam”.

    El “Maestro” W. Fard Muhammad, en cuya persona Dios habría aparecido cerca de los años 1930 en Estados Unidos, según las creencias del grupo “Nación del Islam”.

    La ideología racista es incompatible con la universalidad del Islam

    Una tercer área de incompatibilidad con el Islam auténtico, y la que más atrae la atención de los medios de comunicación, es el tema de la raza. El actual líder de “Nación del Islam”, Louis Farrakhan, ha sido registrado haciendo objetables declaraciones antijudías (sin distinguir sionismo de judaísmo). Entre esas declaraciones inoportunas, están las que se refieren al judaísmo como “una religión de baja calaña”.

    Más aún, la “Nación del Islam” es una organización segregacionista exclusivamente para personas negras descendientes de esclavos. Pero el verdadero Islam es una religión universal, abierta a todos los pueblos y razas de la humanidad. En todo caso, se supone que los musulmanes se diferencian de los otros pueblos a través de la piedad y la rectitud, no por sus orígenes étnicos. El Corán deja esto bien claro:

    “La humanidad era una sola nación”. (Corán 2: 213)

    “¡Oh, humanos! Os hemos creado a partir de un hombre [Adán] y una mujer [Eva], y [de su descendencia] os congregamos en pueblos y tribus para que os conozcáis unos a otros. En verdad, el más honrado de vosotros ante Allah es el más piadoso”. (Corán 49:13)

    Y en el sermón de despedida, el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dejó en claro que el racismo no tiene lugar alguno en la religión del Islam:

    “¡Oh, gente! Verdaderamente, vuestro Señor es uno, y vuestro padre (Adán) es uno. Todos ustedes provienen de un solo ancestro, Adán, y Adán fue creado de arcilla. No hay superioridad del árabe sobre el no árabe, ni del blanco sobre el negro, excepto en la piedad. Verdaderamente, los más nobles entre ustedes son los más piadosos”.

    En contraste, el grupo “Nación del Islam” sostiene prejuicios sobre el hombre blanco. Se refieren a los negros como el pueblo elegido de Dios, y a los caucásicos como “los demonios blancos”. Ellos proponen la creación de una tierra natal separada para los negros estadounidenses, educación racialmente separada y se oponen a los matrimonios interraciales. Para citarlos nuevamente desde su sitio web:

    “Creemos que somos el pueblo elegido por Dios, y que este es el momento en la historia para la separación de los negros y los blancos. Queremos que nuestra gente en Estados Unidos, cuyos padres y abuelos son descendientes de esclavos, se les permita establecer un Estado separado o territorio propio, ya sea en este continente o fuera de él.

    Queremos que todos los niños negros sean educados, enseñados y entrenados por profesores propios. El matrimonio interracial y la mezcla de razas debería ser prohibida”.

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