El hinduismo (parte 2 de 4): La adoración de ídolos y la rencarnación

Por Aisha Stacey (© 2014 IslamReligion.com)

Descripción: Dos grandes diferencias entre el hinduismo y el Islam.

El hinduismo es la tercera religión más grande del mundo. Tiene aproximadamente 950 millones de seguidores, la mayoría de ellos en la India y Nepal. Es fundamental para la adoración hindú la imagen o ícono, y es fundamental para la creencia hindú el concepto del renacimiento o la rencarnación. Estas dos convicciones esenciales en algunas formas hacen que el hinduismo y el Islam sean polos opuestos.

Monoteísmo vs. politeísmo

La creencia más fundamental en el Islam es el concepto de Un Dios. Él no tiene hijos, hijas, asociados ni intermediarios. Él no tiene compañeros ni subordinados, por lo tanto, no hay semidioses ni deidades menores inherentes al concepto de Dios. Él no es parte de Su creación y Dios no está en todos ni en todo. Dirigir los rezos a imágenes, íconos, estatuas, animales o piedras es un pecado grave. Creer que algo o alguien distinto a Dios es capaz de afectar tu vida o tu futuro es un pecado grave. Adorar a algo o a alguien junto con Dios o en lugar de Él, y no arrepentirse sinceramente de ello antes de morir, es considerado el único pecado imperdonable en el Islam. La creencia en más de un dios es denominada politeísmo, y el monoteísmo puro del Islam es completamente opuesto a ella.

El politeísmo es la adoración de muchos dioses, semidioses o deidades, y en el mundo moderno está personificado en las religiones orientales, en particular el hinduismo. Los hindúes creen que todo es dios o contiene la energía de dios y, por lo tanto, merece ser adorado, se trate de íconos, símbolos o de la propia naturaleza. Las múltiples cabezas o miembros que se observan a menudo en la iconografía hindú, representan la omnisciencia o la omnipotencia divinas, y el uso de animales representa cualidades asociadas con ese animal en particular, como la sabiduría, la agilidad o el poder. No es difícil ver que la adoración de ídolos inserta en todas las ramas del hinduismo está muy lejos de las creencias del Islam.

Rencarnación

Cientos de millones de personas en todo el mundo creen en la rencarnación o los renacimientos cíclicos basados en la transmigración del alma humana de un cuerpo físico a otro. Una de las principales creencias del hinduismo es que el alma rencarna una y otra vez hasta que se hace perfecta y se reúne de nuevo con la fuente: Brahman. El alma entra en muchos cuerpos, asume muchas formas, vive muchas vidas y tiene muchas experiencias.

“Así como un hombre desecha la ropa gastada y se pone ropa nueva, el alma desecha los cuerpos desgastados y se pone otros nuevos”. (2.22 Bhágavad-guitá)

La rencarnación es refutada por las principales religiones monoteístas del mundo. La rencarnación va en contra de la enseñanza básica de que el alma habita un cuerpo humano, cuya vida es finita y sobre la cual él o ella será juzgado y castigado o premiado en consecuencia. La religión del Islam rechaza inequívocamente el concepto de la rencarnación.

“Cuando la muerte los sorprenda [a los que se negaron a creer y vivieron en el pecado], dirán: ‘¡Oh, Señor mío! Hazme regresar a la vida otra vez, para [creer en Ti y] realizar las obras buenas que no hice’. Pero no se les dará otra oportunidad, pues son solo palabras [que no cumplirán]. Detrás de ellos habrá una barrera hasta que sean resucitados”. (Corán 23:99-100)

Las palabras de Dios en el Corán son claras. Cuando una persona muere, no tiene la capacidad de regresar a su antigua vida. El alma permanece en la tumba y la persona experimenta tormento o felicidad, según sus creencias y sus obras, hasta el Día del Juicio. El Islam enseña que el propósito de la vida es adorar a Dios, no importa cuán larga o corta sea la vida. El alma es parte de cada ser creado único e individual, no se mueve de un cuerpo a otro y nunca se hace parte de Dios, Quien está separado de Su creación. Las razones por las cuales los seres humanos no son enviados una y otra vez al mundo también están explicadas en el Corán, cuando Dios dice que si eso ocurriera, ellos simplemente harían las mismas cosas y cometerían los mismos pecados.

“Si se les diera la oportunidad de regresar [a la vida mundanal], volverían a [cometer] lo que se les había prohibido”. (Corán 6:28)

Hinduwebsite[1] explica el proceso de la rencarnación de la siguiente manera: “El hinduismo habla de la existencia de cielos encima e infiernos debajo. Los primeros están llenos de sol y están habitados por dioses e innumerables almas divinas. Los últimos son mundos oscuros poblados por todas las fuerzas oscuras y demoníacas. El alma individual va a esos mundos según sus actos. Pero no permanece allí hasta el final de la destrucción. Ella va allí básicamente como consecuencia de sus actos, ya sea para disfrutar o para sufrir. En cualquiera de los dos casos, aprende la lección y regresa a la Tierra a comenzar una nueva vida terrenal, otra vez”.

El Islam, por otra parte, asegura de manera categórica que el alma no puede separarse de un cuerpo diseñado específicamente para ella y moverse a otro cuerpo, ni ascender y descender en una cadena de mundos, cielos o infiernos. Durante nuestra vida en esta Tierra, el cuerpo y el alma se pertenecen uno al otro y no pueden mezclarse ni combinarse. Solo hay un alma que pertenece a un cuerpo, y será recompensada o castigada el Día del Juicio para morar eternamente en el Paraíso o en el Infierno. Esto está en absoluto contraste con el hinduismo, donde el Cielo y el Infierno son residencias temporales y un alma recobra la libertad repetidas veces, hasta que alcanza la realización o la unión con la fuerza de vida eterna.

El hinduismo es un grupo de tradiciones religiosas establecidas a lo largo de un extenso período de tiempo. Tiene muchas formas diferentes de adoración, a veces a deidades personales, a veces en el hogar, otras veces en un templo. Los hindúes creen que hay muchos caminos diferentes a muchos dioses distintos, pero que todos ellos llevan a la fuerza de vida eterna o Brahman. El Islam, en cambio, enseña que no hay deidad sino solo Al‑lah. No hay nada que sea similar a Él, como dice el Corán:

“No hay nada ni nadie semejante a Dios, y Él todo lo oye, todo lo ve”. (Corán 42:11)

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