DIOS: AD-DÁHIR Y AL BATIN (EL MANIFIESTO Y EL OCULTO)

  • Por islamtoday.net [edited by IslamReligion.com]
  • Descripción: Sin duda, la existencia de Dios se manifiesta en nuestras mentes, pero Él es “el Oculto” cuando se trata de la verdadera naturaleza de Su esencia y atributos.

  • God,-al-Zahir-&-al-Batin-(The-Manifest-&-The-Hidden).jpgDios dice: “Él es el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto. Él conoce todas las cosas” (Corán 57:3).

    El Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo, dirigiéndose a Dios en súplica:

    ¡Oh, Dios, Señor de los cielos, la Tierra y el Trono Poderoso! Nuestro Señor y Señor de todas las cosas, Quien divide la semilla y el grano, Quien envió la Torá, el Evangelio y el Criterio (Corán). Busco refugio en ti de todo mal, de aquel que agarras por el copete. ¡Oh, Dios! Eres el Primero, así que nada Te antecede. Tú eres el último, así que nada viene después de Ti. Salda nuestras deudas y enriquécenos para que no suframos necesidades[].

    Dios es el Manifiesto

    Dios es el Manifiesto, Quien es trascendente por sobre todas las cosas. Él es tal en Su esencia y atributos, así como en Su poder, potestad y autoridad.

    Dios declara que Él mismo está sobre el Trono en siete lugares del Corán. Por ejemplo, Él dice: “El Compasivo, que se estableció sobre el Trono” (Corán 20:5).

    Y: “Su Señor es Dios, Quien creó los cielos y la Tierra en seis eras, y luego se estableció sobre el Trono” (Corán 7:54).

    Dios también dice: “¿Acaso tienen garantías de que Quien está en el cielo no hará que la tierra los trague durante un terremoto?” (Corán 67:16).

    Y dice: “[Los ángeles] temen a su Señor que está por encima de ellos, y ejecutan todo cuanto se les ordena” (Corán 16:50).

    Los ángeles temen a su Señor que está por encima de ellos. Del mismo modo, se nos instruye a decir, mientras nos prosternamos en la oración: “Gloria a Dios, el Altísimo”. Por lo tanto, cuando estamos en el estado más humilde de adoración, con nuestras frentes sobre el suelo, exaltamos a Dios y glorificamos Su trascendencia por encima de toda deficiencia e imperfección.

    Otro significado de “el Manifiesto” es que la existencia de Dios es manifiesta para la mente humana con pruebas y argumentos claros. Las señales del Señorío de Dios son evidentes en la creación.

    Otro significado adicional de “el Manifiesto” es que Dios apoya a Sus siervos rectos con Su poder y Su ayuda, y establece la verdad sin importar cuánto se esfuercen aquellos que se oponen a ella en la enemistad. Dios dice: “Entonces di Mi apoyo a los creyentes y así vencieron a sus enemigos” (Corán 61:14).

    Y Él dice: “Él es Quien envió a Su Mensajero con la guía y la religión verdadera para que llegue a prevalecer sobre toda religión [falsa]” (Corán 9:33).

    La religión de Dios es manifiesta. Su verdad es evidente, apoyada por argumentos y pruebas sólidos. También se manifiesta por medio de la voluntad y el decreto de Dios, de acuerdo con Su sabiduría.

    Dios dice: “Les daré Mi socorro a Mis Mensajeros y a los creyentes en esta vida y también en el Día del Juicio, cuando comparezcan los [ángeles] testigos” (Corán 40:51).

    El apoyo de Dios viene de muchas maneras. También viene cuando Dios quiere que venga. La gente no debe esperar el éxito inmediato por sus esfuerzos, no deben impacientarse ni apresurarse. El apoyo de Dios, así como todo lo demás que se desarrolla en nuestra experiencia mundana, tiene sus normas y patrones, aunque dicho apoyo puede venir de formas que son sutiles o completamente inesperadas.

    Al mismo tiempo, debemos saber que Dios jamás rompe Su promesa, así que cuando Dios dice: “Les daré Mi socorro a Mis Mensajeros y a los creyentes en esta vida…”, sabemos que es cierto. Un creyente puede ser fuerte y manifestarse en el mundo sin estar necesariamente en una posición de prominencia.

    La crisis que muchos países del mundo musulmán sufren en la actualidad, se debe principalmente a problemas internos. Las amenazas externas a los países musulmanes no son más que ecos de debilidades internas más fundamentales. Sin embargo, a pesar de todos los problemas que los musulmanes están enfrentando en todo el mundo, el Islam se está extendiendo. La gente está abrazando el Islam a diario. Podemos ver las estadísticas del número de personas que están abrazando el Islam y ver la cantidad de nuevos conversos. Ellos no están aceptando el Islam por ninguna ganancia mundana, sino porque reconocen que es la verdad.

    Ciertos grupos de interés en los medios de comunicación sacan mucho provecho de las personas que abandonan el Islam, aunque a menudo hay claros incentivos mundanos que podrían explicar por qué lo hacen, como estatus, fama, riqueza, ciudadanía o una carrera política. Al mismo tiempo, hay miles de académicos, científicos y personas de mente abierta que aceptan libremente el Islam sin ningún incentivo mundano. Ellos a menudo tienen que superar grandes obstáculos para profesar abiertamente su fe, que es creer en el Señor de los mundos, el Señor de Moisés, Aarón, Abraham, Jesús, Muhammad y todos los mensajeros de Dios.

    Dios es el Oculto

    Dios es el Oculto, Quien no puede ser percibido por los sentidos físicos: “La vista [de los seres humanos] no puede abarcarlo, pero Él sí ve [a todos Sus siervos]. Él es el Sutil y el Conocedor” (Corán 6:103).

    Dios no puede ser captado por nuestra imaginación. No importa lo impresionantes que podamos creer que son nuestros poderes, no podemos imaginarnos a Dios. Cualquier imagen que podamos inventar en nuestras mentes no será en lo absoluto nada similar a Dios. Entender esto liberará a muchas personas sinceras de sus dudas, preocupaciones, malentendidos e incertidumbres que las ponen incómodas.

    Un creyente debe saber que, cualesquiera que sean las sospechas o imágenes que su mente le presente, no pueden ser Dios. Dios no puede ser captado por la imaginación ni puede ser completamente comprendido por la mente. No podemos esperar captar una imagen de Él, cualquier imagen que algunos de nosotros tengamos en nuestras mentes es un producto falso de nuestros pensamientos, y no tiene ningún valor, sin importar cuán hermosa o terrible sea.

    La existencia de Dios es ciertamente manifiesta. Esto es algo que nuestras mentes pueden captar fácilmente y los dictados de la razón nos obligan a aceptar. Sin embargo, al mismo tiempo, Él es el Oculto cuando se trata de la naturaleza verdadera de Su esencia y Sus atributos. Él no puede ser visto con nuestros ojos ni está sujeto a las leyes que gobiernan nuestra existencia material y por las cuales entendemos nuestro mundo.

    Entre los significados que entendemos de este nombre está que Dios conoce todas las cosas, no importa cuán ocultas, sutiles o confusas sean. Aunque Dios está exaltado por encima del Trono, más allá de los cielos, Él está al mismo tiempo cerca de Sus siervos.

    Dios dice: “Creé al ser humano y sé cuáles son sus debilidades. Estoy más cerca de él que su propia vena yugular” (Corán 50:16).

    Y también dice: “Dios conoce lo que pronuncias en voz alta, las confidencias que dices en voz baja y lo que está aún más oculto [los pensamientos]” (Corán 20:7).

    Aunque Él es el Altísimo, Él comprende toda Su creación, está cerca de todo, íntimamente consciente de todo lo que ocurre. Considera cómo Dios menciona estos dos significados juntos en las siguientes aleyas:

    Primero, Él dice: “No te he revelado el Corán para que te agobie, sino que es una exhortación para quienes tienen temor [de Dios]. [El Corán] fue revelado por Quien creó la Tierra y los altos cielos; el Compasivo, que se estableció sobre el Trono” (Corán 20:2-5).

    E inmediatamente después de mencionar Su trascendencia y sublimidad, dice: “Dios conoce lo que pronuncias en voz alta, las confidencias que dices en voz baja y lo que está aún más oculto [los pensamientos]. ¡Dios! No hay más divinidad que Él. A Él pertenecen los nombres [y los atributos] más sublimes” (Corán 20:7-8).

    Este nombre de Dios también tiene importancia en la forma en que Dios se relaciona con el mundo visible. Todo lo que vemos es la posesión directa de Dios y está bajo Su poder. Dondequiera que volteemos nuestros rostros, contemplamos Su dominio.

    De hecho, estos dos nombres (el Manifiesto y el Oculto) son ricos en significados, aunque Dios solo se refiere a Sí mismo por estos nombres en una aleya del Corán, donde dice: “Él es el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto. Él conoce todas las cosas” (Corán 57:3).

    Contemplar estos nombres enriquece nuestra fe, nos sentimos más cerca de Él y menos apegados a las cosas materiales, creadas. Nos damos cuenta de que nuestro conocimiento, nuestras habilidades, nuestro intelecto y nuestra percepción tienen límites. Incluso cuando aplicamos nuestras mentes para comprender ciertos fenómenos en el mundo creado, a veces nos alejamos de ese intento confuso y frustrante. Cuando se trata de Dios, nuestras mentes fácilmente pueden llegar al conocimiento seguro de que Él existe, gracias a las señales de Su existencia que Él ha puesto en la creación. Podemos creer en Él con absoluta certeza; sin embargo, esas mismas mentes no pueden esperar nunca comprender Su esencia ni definirlo a Él con precisión.

    Dios nos ha revelado, a través de Su Libro y de lo que Él ha revelado a Su Mensajero, lo que nos inspira a adorarlo, alabarlo, glorificarlo y agradecerle. Dios nos ha enseñado muchos de Sus nombres y atributos, por los cuales podemos acercarnos más a Él, sin caer en el error de compararlo con las cosas creadas ni ser víctimas del capricho de nuestra imaginación.

    “No hay nada ni nadie semejante a Dios” (Corán 42:11).

     


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    [1]Sahih Múslim.

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