¿Cómo los musulmanes celebramos a Cristo? (parte 2 de 2)

Por Zayn al-Din al-Rikabi (editado porIslamReligion.com)

Descripción: Jesús tiene un lugar especial en el corazón de los musulmanes. Segunda parte: Creer en el Evangelio revelado a Jesús es una parte esencial de la fe islámica; y por qué el cristianismo, a pesar de no creer en Muhammad, puede tener respeto por él.

Nuestra creencia en el Evangelio de Jesús es un principio de fe para los musulmanes, pues es parte de la creencia de los musulmanes en las escrituras, un de los seis pilares fundamentales de la fe islámica. Dios dice en el Corán:

“Todos creen en Dios, en Sus ángeles, en Sus Libros y en Sus Mensajeros [diciendo:] ‘No hacemos diferencia entre ninguno de Sus Mensajeros’”. (Corán 2:285)

Esto significa que la creencia de un musulmán en el Corán no es válida a menos que el musulmán crea también en el Evangelio que le fue revelado a Jesús (la paz sea con él)[1].¿A qué se debe esto? A que el Corán vino a confirmar lo que estaba originalmente escrito en el Evangelio, así como en la Torá.

Dice Dios: “Él te reveló [¡oh, Muhammad!] el Libro con la Verdad, para confirmar los mensajes anteriores, y ya había revelado la Torá y el Evangelio”. (Corán 3:3)

Otra razón por la que nuestra fe en el libro revelado a Jesús (la paz sea con él) es esencial, es que a los musulmanes se les exige creer en todas las escrituras que Dios ha revelado. Dios ordena: “Diles: ‘Creo en los Libros que Dios reveló [en su forma original], y me fue ordenado establecer justicia entre ustedes’”. (Corán 42:15)

Preguntamos: ¿Existe algún otro grupo sobre la Tierra, fuera de la cristiandad, que honre y celebre el Evangelio como parte esencial de su fe, además de los musulmanes?

Esta celebración de Jesucristo (la paz sea con él), incluyendo su concepción, su nacimiento, sus milagros, su escritura y su mensaje no es una mera idea, sino que es una realidad viva para los musulmanes, embebida a diario en las prácticas fundamentales de nuestra fe y nuestra adoración. Cuando un musulmán recita el Corán, en especial las suras tituladas María, La familia de Imrán y La mesa servida (que se refiere a la cena que Jesús tuvo con sus discípulos), ello implica recitar las enseñanzas sobre Cristo como forma de adoración. Las aleyas que honran y elogian a Cristo también son recitadas como parte de nuestras oraciones diarias. La creencia en Cristo es parte de las creencias fundamentales del Islam, que le son enseñadas a todo musulmán.

Todo esto debe alentarnos, tanto a musulmanes como a cristianos, a redoblar nuestros esfuerzos hacia un entendimiento mutuo. No es propicio para una atmósfera de entendimiento que muchos cristianos en todo el mundo tengan la idea errónea de que los musulmanes son hostiles hacia Jesús (la paz sea con él) o que lo niegan, y peor aún es su falta de consciencia de que los musulmanes reverenciamos y amamos a Cristo desde lo más profundo de nuestros corazones. La falta de consciencia de los cristianos respecto a nuestras verdaderas creencias, no solo es un error de conocimiento, sino un obstáculo para el entendimiento entre nuestras religiones, que es necesario para fomentar la tolerancia y disipar la intransigencia.

Si los cristianos entienden nuestras verdaderas creencias acerca de Jesucristo (la paz sea con él), ello los llevará a respetar al Profeta del Islam, incluso si no llegan a creer que Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) es un Profeta. Hablamos de respeto humano básico, como exigen los dictados de la razón y la ética, un respeto que excluye la posibilidad de calumnias y abusos.

Piénsalo: Si algunas de las grandes corporaciones estadounidenses o europeas se reunieran y movilizaran recursos financieros y humanos masivos con el propósito de “conocer a Cristo”, representando a Jesús (la paz sea con él) de la manera más bella posible, como un servicio absolutamente gratuito al público, ¿qué sentirían los cristianos con respecto a dicho esfuerzo y cómo lo describirían? Sin duda, considerarían que es un esfuerzo noble y positivo.

El esfuerzo corporativo descrito es un escenario imaginario, pero hay una realidad que lo sobrepasa con creces. Estamos hablando de algo que ha estado enseñándole a la gente acerca de Jesucristo (la paz sea con él) en los términos más nobles y sublimes, diciéndoles a las personas que crean en él, lo honren y lo amen. Esta realidad es que Muhammad, el Profeta del Islam, vino con un libro que celebra y honra a Jesucristo (la paz sea con él), un libro que todos los musulmanes, durante más de 1.400 años, y los más de 1.500 millones de musulmanes de la actualidad, aceptan como la Palabra infalible de Dios. Este programa de “conoce a Cristo” no fue un esfuerzo de corto término, ha sido constante en su éxito desde el siglo VI hasta el día de hoy.

Entonces, ¿qué debería sentir un cristiano acerca del Profeta que enseñó a literalmente miles de millones de personas en todo el mundo a creer, amar y honrar a Cristo? Como mínimo, esa persona sentirá respeto por aquel que respeta y ama lo que ella misma tiene en alta estima.

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