- Por Imam Mufti (© 2017 IslamReligion.com)
Descripción: La gran historia de los orígenes de la creación, desde la perspectiva de la cosmología islámica, reconociendo que Dios es el Creador de todo. Este artículo habla también sobre el Trono Magnífico, el Escabel y el Cálamo.
Dios lo creó todo
Entonces, ¿cómo comenzó todo? Dios. Nada más. Se le preguntó al Profeta del Islam (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): “¡Oh, Mensajero de Dios! ¿Dónde estaba nuestro Señor antes de crear Su creación?”. Respondió: “Nada existía sino Él, sin nada debajo de Él y nada sobre Él”[1].
Piensa en lo sorprendente que es esto, básicamente nos dice que no hay nada realmente valioso sino solo Dios, la creación necesita de Dios y de nada más, porque al principio solo había Dios y no existía nada más.
Dice Dios en el Corán:
“Dios es el Creador de todas las cosas, y Él es su Custodio” (Corán 39:62).
Así que todo, aparte de Dios, fue creado por Él, está bajo Su dominio y Su disposición, y Él lo trajo a la existencia.
Yubair, un contemporáneo del Profeta Muhammad, se describe a sí mismo diciendo: “Yo era uno de los peores enemigos del Profeta, lo odié más que a ningún otro ser humano sobre la faz de la Tierra”. Pero entonces, algo extraño ocurrió. “Una vez yo entraba caminando a la mezquita y escuché al Profeta recitando aleyas de la sura El monte (Corán 52:35-36): ‘¿Acaso surgieron de la nada o son ellos sus propios creadores? ¿O crearon los cielos y la Tierra? No tienen certeza de nada’“.
Yubair dice que en el momento en que el Profeta dijo eso, incluso aunque no aceptaría el Islam oficialmente en su vida sino hasta mucho después, “la fe entró en mi corazón, y supe en ese momento que no hay posibilidad alguna de que no exista Dios”.
Si simplemente te sientas contigo mismo y pasas por el proceso de eliminación de probabilidades de cómo nosotros y todo lo que nos rodea está aquí, encontrarás que no hay otra manera de explicarlo sino por Dios.
La creación del agua, el Trono (Arsh) y el Escabel (Kursi)
El Profeta Muhammad dijo: “No existía nada excepto Él, con nada debajo de Él ni nada sobre Él. Entonces, Él creó Su Trono sobre el agua”[2].
El Profeta nos dice que al principio estaba Dios y nada más. Entonces, Dios creó el agua y el Trono (Arsh). Estos fueron creados de manera independiente de cualquier ángel, antes de que fueran creados los cielos y la Tierra. El Profeta Muhammad dijo: “Estaba Dios y no había nada más aparte de Él, y Su Trono estaba sobre el agua. Escribió todas las cosas en el Libro (en el cielo) y creó los cielos y la Tierra”[3].
Dios menciona muchas veces en el Corán que Él es el Señor del Trono Glorioso, porque esa es una de Sus creaciones más magníficas e importantes.
El Kursi es un escabel que es como un peldaño hacia el Trono, y Dios está sobre el Trono y, sin embargo, nada está oculto a Él. En la aleya más grandiosa del Corán, conocida en árabe como Ayat ul Kursi, o “la aleya del Escabel”, antes de que Dios mencione Su Escabel, menciona Su conocimiento (Corán 2:255).
Solo Su Kursi, el Escabel, tiene bajo él todos los cielos y la Tierra (Corán 2:255). El Profeta Muhammad dijo: “El Escabel, en relación al Trono, no es más que un anillo de hierro lanzado en un desierto a campo abierto sobre la Tierra”[4]. Además, Ibnu Abás dijo que, si el Kursi abarca todos los cielos y la Tierra, entonces ¿qué tan grande es el Trono? No tenemos la menor indicación de cuál es el tamaño del Trono, y es obvio que no podemos calcular la grandeza de Dios Mismo.
Dios no está lejos, Él hace hincapié en todo el Corán de que Él está con nosotros donde quiera que estemos. En la sura El hierro (capítulo 57), inmediatamente después de que Dios nos dice que Él se estableció sobre Su Trono, nos dice que Él conoce todo lo que entra y sale de la Tierra, todo lo que asciende y desciende del cielo. En resumen, Él conoce hasta la minucia todo detalle de absolutamente todo (Corán 57:4). Sabemos que Al‑lah está sobre Su Trono, pero Él es Omnipotente y Su conocimiento lo abarca todo.
Además, Dios habla acerca de los grandes ángeles que cargan el Trono. Ellos son criaturas enormes y magníficas, de los mejores ángeles de Dios. En el Día del Juicio, Dios nos dice que serán ocho los ángeles que llevarán Su Trono (Corán 69:17). El Profeta dijo: “Se me permitió hablar de uno de los ángeles de Dios Todopoderoso, que es uno de los portadores del trono, y [decirles a ustedes] que la distancia entre su lóbulo de la oreja y su hombro es un viaje de setecientos años” (Abu Dawud). También se narró este dicho con esta redacción: “La distancia es [como] la de un pájaro volando durante setecientos años” (Ibnu Abi Ásim).
¿Qué están haciendo esos ángeles?
Dios nos dice que esos ángeles que cargan Su Trono y quienes lo rodean, lo glorifican, lo alaban, creen en Él y piden perdón por aquellos que creen. Oran por ellos diciendo: “¡Señor nuestro! Tú lo abarcas todo con Tu misericordia y sabiduría. Perdona a quienes se arrepienten y siguen Tu camino, y presérvalos del castigo del Fuego” (Corán 40:7).
Ellos están glorificando a Dios y declarando la perfección de Dios para mostrar que Dios es independiente del Trono y es independiente de quienes llevan el Trono. Dios no necesita a quienes cargan el Trono.
El Cálamo
Después de la creación del agua y del Trono, Dios creó el cálamo. Cuando el Profeta dijo que Dios creó el cálamo, dijo que Su Trono estaba establecido sobre el agua, que hay una capa de agua bajo el Trono de Dios.
“Dios ordenó las medidas de la creación cincuenta mil años antes de crear los cielos y la Tierra, mientras que Su Trono estaba sobre el agua”[5].
¿Cuáles son las dimensiones del Cálamo? ¿Qué aspecto tiene? No tenemos la más mínima idea.
Dijo el Profeta: “Dios le dijo al Cálamo: ‘Escribe’. Y este dijo: ‘¡Oh, Señor! ¿Qué debo escribir?’. Él le dijo: ‘Escribe los decretos de todas las cosas hasta que comience la Hora’”[6].