Conversaciones en el Paraíso y el Infierno (parte 3 de 3): Y en lo sucesivo, jamás estaré enojado con ustedes

Por Aisha Stacey (© 2015 IslamReligion.com)

Descripción: Conversaciones con los miembros de la familia, diálogos internos, y cómo reacciona Dios ante la gente del Más Allá.

Diálogos internos

conversationinParadise3.jpgCuando el asunto haya sido decidido y la gente del Infierno haya sido alejada, y la gente del Paraíso haya entrado en el Jardín, cada grupo de personas hablará entre sí. Sus vidas en el mundo no habrán sido olvidadas y ambos grupos tendrán una eternidad para mirar atrás y analizar por qué: por qué estoy sufriendo o por qué tengo derecho a este lujo. El asunto habrá sido decidido, el poco tiempo que se gastó en la vida de este mundo habrá terminado y la vida eterna habrá comenzado.

“Dios les preguntará: ‘¿Cuántos años han permanecido en la Tierra?’. Responderán: ‘Permanecimos un día o menos aún. Mejor pregúntales a los [los ángeles] encargados de llevar la cuenta [pues no estamos seguros]’”. (Corán 23:112-114)

Sabemos que tanto los habitantes del Paraíso como los del Infierno se cuestionarán unos a otros, sin embargo, ¿qué se dirán estos últimos a sí mismos, cómo se sentirán, despojados, solos y abandonados? Dios nos dice que van a suspirar con miedo y frustración. Es difícil para nosotros imaginarlo, pero sabemos que al parecer perderán la esperanza.

“Los desdichados estarán en el Infierno, donde se oirán sus alaridos y sollozos”. (Corán 11:106)

“Dios maldice a los que rechazan el Mensaje y les ha preparado el Infierno. Estarán en él por toda la eternidad; no encontrarán quién los proteja ni los auxilie. El día en que sus rostros se hundan en el fuego del Infierno, dirán: ‘¡Ojalá hubiéramos obedecido a Dios y al Mensajero!’”. (Corán 33:64-66)

Cuando la gente del Infierno reflexione sobre por qué aquellos a quienes siguieron en este mundo no tendrán capacidad para ayudarlos en su sufrimiento, en ello hay una lección que debemos aprender. En el Corán y en las tradiciones del Profeta Muhammad podemos leer y ver con nuestra imaginación cómo podría ser potencialmente nuestra propia situación.

¡Qué contraste y qué delicia será para quienes entrarán en el Paraíso! Ellos tendrán el placer extremo de ver a Dios, esto es algo que se le niega a la gente del Infierno.

“Ese día no podrán ver a su Señor”. (Corán 83:15)

La gente del Paraíso y los moradores del Infierno conversarán con los miembros de sus familias

No hay muchas aleyas coránicas ni tradiciones del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que nos muestren las conversaciones que tendrán lugar entre la gente en sus moradas eternas con los miembros de sus familias. Sin embargo, hay evidencias que muestras que ellos efectivamente recordarán sus vidas en este mundo y pensarán en sus familiares.

“Y [los bienaventurados] se preguntarán unos a otros. Dirán: ‘Cuando estábamos viviendo junto a nuestra familia teníamos temor, pero Dios nos agració y nos preservó del tormento del Fuego. A Él Le suplicábamos, pues Él es el Bondadoso, el Misericordioso’”. (Corán 52:25-28)

Conversaciones entre Dios y los habitantes del Infierno

Las conversaciones que encontramos entre Dios y la gente del Infierno no son numerosas. Hallamos más fácilmente aleyas del Corán en las que los moradores del Infierno conversan entre ellos o con los ángeles que custodian las puertas del Infierno. Sin embargo, hay una conversación que llama la atención y que debe quedar clara en nuestras mentes, de modo que podamos protegernos de escuchar algún día estas palabras terribles. Se les dirá a los habitantes del Infierno:

“‘¡Oh, Señor nuestro! Sácanos de él [y retórnanos a la vida], y si reincidimos [en la incredulidad] entonces sí seremos injustos’ Dios les dirá: ‘Permanezcan en él [humillados], y no vuelvan a hablarme’”. (Corán 23:107-108)

Conversaciones entre Dios y la gente del Paraíso

En las tradiciones del Profeta Muhammad nos encontramos con una conversación muy emotiva entre Dios y la última persona en salir del tormento del Infierno por la misericordia de Dios. Se invitará a este hombre a entrar al Paraíso y él irá hacia allá pensando que el Paraíso ya está lleno. El hombre regresará ante Dios y le dirá: “Mi Señor, he encontrado el Paraíso lleno”; y Dios le responderá: “Ve y entra al Paraíso, porque allí tienes algo diez veces mejor que el mundo y todo lo que hay en él”. El Profeta Muhammad dijo: “Ese es aquel con el estatus más bajo entre la gente del Paraíso”[1].

A otro hombre, Dios le preguntará si tiene todo lo que desea, y él le responderá a su Señor diciéndole: “Sí, pero me gustaría hacer crecer cosas”. Así que irá y plantará sus semillas, y en un parpadeo estas crecerán, madurarán, serán cosechadas y apiladas como montañas[2].

Terminaremos nuestra serie de tres partes con un dicho muy hermoso, con la esperanza de que todos y cada uno de quienes lean o escuchen esta conversación, al final de sus días y al inicio de su Más Allá, sean parte de la misma.

“Dios le dirá a la gente del Paraíso: ‘¡Oh, gente del Paraíso!’ Ellos responderán: ‘Aquí estamos, Señor nuestro, y todo lo bueno está en Tus manos’. Dios dirá: ‘¿Están satisfechos?’. Ellos responderán: ‘¿Cómo no habríamos de estar satisfechos, cuando nos has concedido lo que no le has concedido a nadie más de Tu creación?’. Él dirá: ‘¿No he de otorgarles nada mejor que eso?’. Ellos dirán: ‘¡Oh, Señor nuestro! ¿Qué puede ser mejor que esto?’. Dios dirá: ‘Pues les concedo Mi complacencia y de aquí en adelante jamás Me enojaré con ustedes’”[3].

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